martes, 29 de enero de 2013

DÜRÜM DE POLLO AL CURRY





Me encanta la comida oriental, y cuando hablamos de comida oriental también tenemos que hablar de cocina del próximo oriente (Turquía, Irán, Siria, etc). Hablando de Turquía, hay que hablar del kebab (o şiş kebap, kabab, shawarma o gyros según el país del que hablemos) el bocadillo oriental más internacional y que el turco afincado en Alemania Mahmut Aygun puso casi a la altura de las típicas salchichas alemanas.

Desde que probé el kebab con mi amigo Mohammed en un bareto de Lavapiés hace ya un porrón de años, me enamoré de este bocata imposible de comer sin mancharse (esto en España, en Berlín los ponen en otro tipo de pan en el que es muy dificil que el relleno se salga, y la verdad es que no tienen nada que ver con los kebabs de España, son mil veces mejores!!). He intentado hacerlo en casa, pero es muy dificil encontrar en supermercados los típicos panes de kebab, que no son los panes de pita de Bimbo o cualquier otra marca comercial. Por eso hoy he pensado que sería más fácil hacer la versión enrollada del "Döner Kebab", esto es: el Dürüm Kebab (dürüm es el nombre turco de esa delgada y flexible tortilla de pan).


INGREDIENTES (para 2 personas)

1 pieza de pollo de tamaño majo. Si sois de pechuga, con media hay suficiente, Si sois de muslo, utilizada contramuslos, que los venden deshuesados. Con uno de tamaño grandecito es ideal.

Col lombarda (un  trozo del tamaño de media naranja está bien)

1/2 cebolleta tierna

1/2 tomate

1 trozo de pimiento verde (yo lo he utilizado porque no tenía pepino, pero si os gusta el pepino, utilizad medio pepino pequeño)

Salsa de tomate con especias (pimienta negra, ajo molido, perejil molido y orégano)

Salsa de yogur (yo compro la de la marca Hacendado, es rica)

Queso tipo "feta"

Tortillas de trigo (como las de las fajitas Old el Paso). En hipermercados suelen tener bolsas de estas tortillas de trigo de tamaño grande, de marcas desconocidas, pero infinitamente más baratas que las de Old el Paso e igual de buenas. Esas son ideales. Si son de las pequeñas, con estas cantidades os da para hacer cuatro dürüms pequeños.


ELABORACIÓN

Para que esto quede bien sabroso hay que anticiparse y marinar el pollo unas cuantas horas.

(Si se va a hacer para la cena, a mediodía se pone el pollo en un tupper con tres ajos machacados con piel, pellizco de sal y pimienta, otro pellizco generoso de orégano, un pellizco de comino en grano (también puede ser comino molido, tres "golpecitos" del tarrito donde venga envasado), una cucharada sopera de curry, un chorrito de vino blanco (yo no tenía y le he puesto unas gotitas de vinagre de Jerez, ha quedado fabuloso) y un chorreón de aceite. He tapado el tupper y lo he agitado bien para que se mezclara todo y lo he dejado en la nevera. Ha cogido un sabor espectacular. Si no os gusta el curry, podéis obviarlo y ponerle lo que tengáis por casa. Si nos os gustan las especias podéis hacer el pollo tal cual con un poco de sal, pero queda un tanto sosainas.)

Hacemos el pollo a la plancha hasta que quede bien doradito, lo sacamos a una tabla y lo cortamos todo lo fino que podamos con ayuda de un cuchillo bien afilado. Lo reservamos.

En un cazo ponemos tomate frito (del comercial, sin problema) y lo aromatizamos con las especias que nos gusten. El caso es "animar" al tomate y darle vidilla). Le añadimos un chorrito de agua pequeño y lo dejamos que hierva un poco. Reservamos en el cazo.

Picamos bien todos los vegetales para hacer la ensalada, en trozos pequeños (si queremos quitar la lombarda y poner lechuga, adelante. Yo pongo mis ingredientes, cada cual que elija los que le gusten...como si queréis ponerle rúcula y espinacas frescas!!) y mezclamos bien en un bowl. Reservamos.

Ponemos las tortillas en un plato, las tapamos con la tapa de plástico del microondas y las calentamos unos 30 seg.

Inmediatamente después procedemos a montar los dürüms: ponemos en el centro de la tortilla una cucharada de salsa de tomate y un buen chorreón de salsa de yogur. Cogemos una buena porción de ensalada y la colocamos encima de las salsas. Encima de la ensalada, una porción de la carne de pollo y algo del queso feta desmigado. Procuramos que se concentre el relleno en el centro de la tortilla (ya se irá desparramando hacia los lados ella solita) y la enrollamos de abajo hacia arriba, apretando bien para que no se desmonte el invento. Si las tortillas son de las pequeñas, no tenemos mucho margen de maniobra para enrollar, luego es cas mejor doblarle el extremo de abajo hacia arriba y luego los de los lados hacia el centro, y comerla de un par de bocados. Si es una tortilla más grande se puede hacer un dürüm estupendo, como te lo haría Mustafá en cualquier Döner Kebab.


jueves, 24 de enero de 2013

SALMOREJO Y BIENMESABE, MARIDAJE ANDALUZ




Hoy estoy generoso y traigo un "2x1" mejor que el de Carrefour!!! Vamos por partes.

SALMOREJO

El salmorejo es uno de los platos emblemáticos de la cocina cordobesa, junto con el flamenquín, el rabo de toro y el vino de Montilla –Moriles. Yo, que no soy nada aficionado a las cremas y los purés, disfruto enormemente con este plato tan sencillo, sabroso, barato y sobre todo sano. Es un entrante estupendo, sobre todo para los días cálidos, pero que se puede elaborar durante todo el año si encontramos tomates medianamente decentes.

INGREDIENTES (para 4 personas):
8 o 10 tomates de pera de tamaño mediano (yo he probado a hacerlo con otros tomates y no sale mal, pero si los tomates son de pera es infinitamente mejor).
Pan del día anterior
Aceite de oliva virgen extra
Vinagre de vino blanco
1 diente de ajo
Sal

ELABORACIÓN:

En un recipiente tipo jarra de tamaño grande o en un bowl  o cazuela grande (lo suficientemente grande como para que quepan 8 o 10 tomates troceados) añadimos el pan que habremos tenido en remojo con un dedo de agua durante unos minutos, los suficiente como para que se ablande. (La cantidad más recomendada sería lo que nos abarque un palmo grande de una barra de pan (si podemos evitar baguettes y similares, mucho mejor)). Lo troceamos bien para que no quedan trozos grandes y lo mojamos todo con aceite, que se empape bien con el. Añadimos un buen pellizco de sal, un ajo grande o dos si son más pequeños y un buen chorreón de vinagre de vino blanco.
Troceamos los tomates en trozos más o menos pequeños (yo los parto a lo largo y cada mitad, en cuatro trozos) y los añadimos al recipiente elegido.
Por último, coger la batidora y batir toda la mezcla hasta que quede una crema uniforme, sin grumos muy aparentes. Mientras se bate es recomendable echar medio vaso de agua mediano, para que no queda demasiado espesa. La textura resultante deber ser la de una crema no demasiado líquida.
Para acompañar, la receta tradicional recomienda añadirle por encima jamón (serrano o ibérico, según lo que os podáis permitir) y huevo cocido picado, pero esto es a gusto del consumidor. Yo he probado a ponerle unos trocitos de bacalao ahumado y queda riquísimo.

"BIENMESABE"

Se conoce como "bienmesabe" a una plato andaluz consistente en una fritura de un pescado llamado "cazón", un  representante de la familia de los escualos o tiburones y conocido por la ciencia como Galeorhinus galeus. Es un pescado blanco, muy suave, sin grasa y sin espinas (vamos, una maravilla de pez) que acepta como nadie los marinados y adobos. Habrá mucha variantes en los ingredientes de la marinada, yo aporto los míos.

INGREDIENTES (para una buena ración)

500 gr. de cazón (en algunos supermercados lo venden congelado en grandes rodajas, como el emperador)
2 dientes de ajo
sal
pimienta
orégano
pimentón dulce
zumo de limón
vinagre de Jerez
huevo
harina

ELABORACIÓN

Troceamos el pescado en pedazos de tamaño mediano y los ponemos en un bowl, cuenco o similar. Laminamos el ajo en trozos medianos (luego los quitaremos) y los añadimos al pescado. Salpimentamos y agregamos un pellizco bien generoso de orégano (que gran hierba, por Dios!!) y un buena cucharada de pimentón dulce. Exprimimos medio limón, ponemos un buen chorreón de vinagre de Jerez y medio vaso de agua. Con las manos (o con algún tipo de artilugio si sois muy escrupulosos) mezclamos bien todos los ingredientes para que se impregnen bien y dejamos reposar unas horas. Lo ideal es hacerlo por la noche y guardarlo en el frigo para comerlo al día siguiente al mediodía. Le quitamos los trozos de ajo que se hayan quedado adheridos al pescado, rebozamos en huevo batido y harina y lo freímos en aceite bien caliente hasta que esté bien dorado. Sacamos a un plato con un papel para que escurra bien el aceite sobrante y listo para comer. Como acompañamiento para el salmorejo es bestial. Se puede combinar con algún tipo de alioli o salsa para pescado, tipo mahonesa, tártara, etc. 


lunes, 21 de enero de 2013

SALSA BOLOÑESA


Esta receta es básicamente la de la salsa boloñesa que aprendí a cocinar en el Pleistoceno y con la cual disfruto como un bobo cada vez que la hago. Evidentemente, se puede aplicar a cualquier variedad de pasta o utilizarla como relleno de verduras, hojaldres, etc. Mi intención con esta receta es que NADIE en este mundo se conforme con añadir a la pasta cocida una salchicha en rodajas y un chorreón de tomate frito…eso es un pecado pudiendo hacer una salsa bien rica y sabrosa como esta. Cuando la preparo, suelo hacer para que sobre, ya que es ideal para congelar algunas raciones y utilizarla cuando queramos.

INGREDIENTES (para cuatro raciones)

 400 gr. de carne picada (suelo coger mezcla de cerdo y vacuno)
 Media cebolleta de tamaño mediano
1 diente de ajo grande
Tomate frito (unos 350 gr.)
1 diente de ajo grande
½ vaso de vino blanco (un vaso normal, tipo Nocilla)
Perejil
Orégano (o tomillo)
Sal y pimienta 

ELABORACIÓN:

En una sartén grande, ponemos un buen chorreón de aceite de oliva virgen, en el que pocharemos el ajo bien picado y la cebolla en juliana, en trozos no muy grandes. Cuando ambos empiecen a tomar color muy levemente, incorporamos la carne picada bien desmenuzada. Añadimos un pellizco de sal, otro de pimienta negra, el perejil bien picado y un buen pellizco de orégano. (Las hierbas aromáticas son, bajo mi punto de vista, bastante importantes en cualquier receta de salsas para pasta, porque aportan un gama de aromas y sabores inigualable. Es por eso que aconsejo cultivar en macetas hierbas aromáticas para poder utilizarlas frescas y no de bote). Removemos todo bien para mezclar todo los ingredientes. Inmediatamente empezaremos a percibir el aroma de las hierbas. 

Cocinamos hasta que la carne empiece a dorarse de forma uniforme. Añadimos el vino blanco a la mezcla y dejamos que el vino empiece a reducir junto con la carne. En este momento, añadimos el tomate frito y mezclamos todo el conjunto a fuego medio. (Si la salsa de tomate es natural, suelo añadir un poco de tomate frito de bote, ya que la salsa de tomate natural puede resultar en ocasiones un tanto ácida. El tomate frito comercial es más dulce y ayuda a corregir esa acidez.) 

Por último, solo tenemos que esperar a que la la salsa empiece a cocer (empezará a hacer burbujitas). Podemos añadir la pasta dentro de la sartén para mezclarla con la salsa o añadir esta a la pasta una vez en el plato, a gusto de cada comensal. Si se quiere, se le puede poner queso rallado por encima, un chorreón de aceite, un poco más de orégano picado (como es mi caso), lo que cada uno quiera. Y si se quiere hacer la salsa un poco picante, es cuestión de añadir unas gotitas de Tabasco o una cayena pequeña.

Si queremos guardarla, la dejamos enfriar y después la ponemos en tuppers pequeños o en bolsas bien cerradas para después congelar. No hace falta decir que esta salsa, bien con carne picada, con salchichas, con trocitos de pollo, pavo, lomo de cerdo, etc., es ideal para un arroz blanco o, como he dicho antes, rellenar unas berenjenas, champiñones, calabacín, etc.

sábado, 19 de enero de 2013

POTAJE DE GARBANZOS CON VERDURA



Veamos...esta receta es básica, básica. Es tan básica que se podría decir que es una receta de las de las abuelas. Pero me gusta tanto tanto tanto que no me podía resitir a colgarla y explicar como lo hago por si alguien se anima a preparárselo.
En este punto tengo que comentar una cosita y que se podría considerar una peculiaridad entre las publicaciones relacionadas con la gastronomía, y es la siguiente: mis recetas son para una persona o como mucho, para dos. Sencillamente porque en casa somos dos y la gata ya tiene su comida (y eso que le gusta más la nuestra). Por eso, si os animais a hacer algo, solo teneis que multiplicar por el número de comensales que seais. En este caso, este potaje solo me lo hago para mi, porque mi novia come los garbanzos de otra manera. Con los ingredientes que pongo sale una ración lo suficientemente grande como para que sea plato único...cuando te lo comes no te entra nada más, pero para mi, la satisfacción es total y absoluta!!!

Este plato admite la incorporación de muchos acompañantes, como pueden ser unos trozos de bacalo y huevo cocido (el famoso "Potaje de Vigilia", típico del Viernes Santo, al menos en mi tierra) y con sus "pelluelas", unas especie de albóndigas hechas con miga de pan, ajos y perejil, pasadas por huevo y fritas, para despues incorporarlas al guiso. Yo lo hago solo con los garbanzos y la verdura (acelga en mi caso), porque es rápido y sencillo. Delicioso...

INGREDIENTES (para 1 persona)

Garbanzos (unos 200 gr)
Acelga, espinacas, borraja o cardos (un buen manojo…no se calcularlo en gramos!!)
1/2 cebolleta de tamaño medio/grande
1 dientes de ajo de tamaño mediano
Un tomate mediano o 1/2 si es de tamaño grande
Un trozo de pimiento rojo seco (que no sea muy dulce)
Una hoja de laurel
Sal
Pimentón dulce (a poder ser, de buena calidad. El de la Vera es el mejor)

ELABORACION:

En una olla de tamaño pequeño ponemos un buen chorro de aove, donde sofreiremos a fuego medio el diente de ajo en láminas, la cebolla picada en juliana, el trozo de pimiento seco y el laurel. Cuando la cebolla se ablande, añadimos la verdura que habremos cocido previamente en agua con sal de una forma ligera (tanto si es verdura fresca como congelada). Si los garbanzos han estado en remojo la noche anterior, los añadimos también junto con la verdura (Si son garbanzos cocidos (la receta sale exactamente igual, puedo asegurarlo), se añaden más tarde).

Cocinamos la verdura junto con el sofrito, al que añadiremos un buen pellizco de sal y el pimentón dulce (una cucharada sopera, es un ingrediente importante para este plato). Cuando esté todo bien mezclado, añadimos el tomate crudo pelado y picado (o, en su defecto y muy recomendable, rallado). Volvemos a remover bien para que el tomate se integre con el resto de ingredientes. Añadimos agua de forma que cubra todos los ingredientes para que cueza. Si vamos a usar garbanzos cocidos, los añadimos ahora junto con el agua. 

Dejamos cocer a fuego medio unos 15 minutos, probando de vez en cuando para comprobar que los garbanzos están tiernos y para rectificar de sal si fuera necesario. En cuanto los garbanzos estén tiernos, podemos emplatar.


martes, 15 de enero de 2013

ENSALADA AMERICANA CON LOMBARDA, NUECES Y SALSA DE MIEL Y MOSTAZA



La ensalada americana o “Coleslaw” es un clásico de la cocina de Estados Unidos, servida habitualmente como “side dish” o acompañamiento para los rotundos platos que salen de las barbacoas. Es un plato muy sencillo de preparar y que funciona muy bien como entrante o como compañero de carnes a la plancha. La receta original utiliza col blanca (repollo, berza…como cada uno le diga en su casa) y una salsa hecha con “crème fraîche” y mahonesa. En mi versión utilizo col lombarda (le aporta color), un salsa de miel y mostaza que le da un toque dulce muy interesante y unas nueces (o cualquier otro fruto seco) para darle el toque crujiente.


INGREDIENTES (para 2 o 3 personas)

Col lombarda (dependiendo del tamaño, 1/3 o ¼ de la pieza)
Cebolleta (también depende del tamaño y del gusto de cada uno. Yo utilizo más o menos media de tamaño mediano tirando a grandecita)
Zanahoria (elegir una de buen tamaño)
Un puñado de frutos secos (nueces, almendras, avellanas)
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Vinagre (yo utilizo Vinagre de Módena, pero se puede usar cualquiera)
Mahonesa
Miel
Mostaza


ELABORACIÓN:

Eliminamos las hojas externas de la lombarda para evitarnos tierra y algún bicho que venga como polizón. Una vez eliminadas esas hojas, valoramos el tamaño que obtenemos (algo menguará la pieza después de quitarle volumen) y decidimos con que trozo nos quedamos (yo la corto siempre de forma longitudinal, partiendo el tallo; de esta forma, siempre nos quedamos con dos o más trozos similares). Si tenemos una mandolina, filetearemos la lombarda en trozos bien finos, empezando por la parte de arriba hasta acabar en el tallo. Si no tenemos mandolina (yo no tengo), con un buen cuchillo grande y afilado es suficiente: apoyamos sobre la tabla la parte del corte y vamos cortando desde la parte superior hasta el tallo. Si se quiere se puede lavar y escurrir muy bien (no queremos agua en la ensalada, no es agradable). Incorporamos a un bowl o cuenco, ya que la col tiene mucho volumen recién cortada.

Procedemos a picar la cebolla en juliana, en trozos lo más finos posible, para no encontrarnos con trozos muy gordos. La añadimos al bowl.

La zanahoria, pelada, se ralla con un rallador, a poder ser con la parte de agujeros anchos en caso de tener un rallador con dos tipos de agujeros. Ni se os ocurra utilizar zanahoria rallada de bote….También la añadimos al bowl.

Troceamos las nueces en trozos más o menos pequeños (si son almendras o avellanas, con unos golpazos en el mortero para picarlas en varios trozos es suficiente) Ya sabéis donde hay que ponerlas una vez troceadas.

Aliñamos con la sal, el AOVE y el vinagre en la proporción que más nos guste, aunque la más común de 1 parte de vinagre por 3 de aceite es perfecta.

Para la salsa, mezclamos en otro recipiente 3 cucharadas de mahonesa, 2 de mostaza (la que tengamos en casa) y 1,5 de miel. Hay que mezclar hasta que todo quede bien ligado, que no se vean trazas blanquecinas de la mahonesa o muy amarillas de la mostaza. Debe quedar una salsa ligera (menos espesa que la mahonesa) y de un color amarillo más pálido que el de la mostaza. Salseamos toda la ensalada en conjunto (de forma ligera, no hay que echar toda la salsa) o dejamos que cada comensal se ponga lo que se quiera.

COMENTARIOS:

Creo que esta ensalada incluso gana si se hace con un poco de antelación y se deja que coja el sabor de la vinagreta. Se puede colocar sobre una rebanada de pan y comerla a modo de tosta. Como he dicho antes, es ideal para acompañar cualquier tipo de carne o incluso pescados a la plancha o la parrilla.

domingo, 13 de enero de 2013

Comenzamos....


Decía el otro día una twittera a la que sigo: "Si somos lo que comemos, yo soy bastante". Pues yo también soy bastante. O soy mucho, si nos ponemos sinceros. Quizá no debería ser tanto, pero es que la comida me puede, que le vamos a hacer.
Esa afición por comer y disfrutar haciéndolo, junto con la necesidad vital de sobrevivir viviendo solo cuando me fui a Madrid a estudiar me hizo aprender a cocinar. Y oye, que te pones, te pones y pasas de saltear arroz tres delicias a meter una dorada con patata panadera al horno previamente calentado a 180º. Y de ahí a decirle al pescadero que no te abra la dorada, que prefieres sacarle tu los lomos en casa.
Llevaba un cierto tiempo planteándome el diseño de un blog gastronómico. Un espacio personal donde poder dar fondo y forma a las recetas que preparo de vez en cuando, ofrecer una opinión personalizada y subjetiva de los restaurante BBB (Buenos, bonitos y baratos) que frecuento en mis viajes, hablar de la fantástica relación que existe entre el mundo gastronómico (mi gran afición) con el mundo de la creatividad, el diseño y la publicidad (mi profesión) y muchos otros temas relacionados con este mundo tan apasionante.
Yo no tengo ningún vínculo personal o profesional con el mundo de la gastronomía aparte del mero hecho de que, para mí, comer es uno de los mayores placeres de esta vida, como he comentado antes. Disfrutaría casi lo mismo con un plato ejecutado a la perfección por un cocinero de prestigio (nunca he tenido la suerte de estar en uno de esos restaurantes) que con un plato de patatas bravas en una tasca de cualquier ciudad o con un bocadillo de mortadela que me coma en mi casa para merendar.
Esta afición por la comida puede venir motivada por el hecho de que mi madre era una cocinera realmente magistral. Sin necesidad de esmerarse de una manera especial y siempre practicando una cocina tradicional, nos deleitaba con unos platos realmente magníficos, dignos de las mejores mesas y apreciados por todo el mundo. Ella heredó esa habilidad y gusto por la cocina de mi abuela e intuyo que esa misma herencia me ha llegado a mí.
Por otra parte, a pesar de que antes he comentado que no tengo ninguna vinculación actual con el mundo de la gastronomía y/o alimentación de manera directa, si que en mi familia hay claros ejemplos de una dedicación casual o profesional con este sector. Una tía-abuela mía se ha dedicado a elaborar quesos de oveja de manera totalmente artesanal para consumo propio, ordeñando ella misma las ovejas y recogiendo del campo las flores del cardo para conseguir el cuajo vegetal. Y ella misma se ha encargado de hacer todo tipo de embutidos con la carne de la matanza que hacían en diciembre y con el que surtían de chorizos y morcillas a toda la familia. También otra tía-abuela ha hecho de la elaboración de churros y patatas fritas un modo de vida y de prosperidad, empezando desde cero y consiguiendo, con el paso de los años, ser un referente en mi ciudad natal en lo que se refiere al mundo de la freiduría artesanal. Hoy en día, su hijo sigue con las riendas del negocio, ampliándolo y moviéndose con paso firme en el mundo del producto selecto y las “delicatessen”.
Si miro hacía mi familia paterna, también encuentro familiares que han hecho del mundo de la alimentación su modo de vida, y en este caso al más alto nivel. Uno de mis primos es criador de cochinillos en su granja de Segovia y surte sus productos a los más afamados hosteleros de la ciudad, esos que con plato en mano, trocean el tierno asado para deleite de turistas de todo el mundo. Y en Galicia tengo una tía que hace la mejor salsa para churrasco que he comido jamás...si la prueba un argentino, dejaría el "chimichurri" y elegiría esta salsa para acompañar el asado.
En general, en todas las casas de mi familia hay fantásticas cocineras que preparan platos para chuparse los dedos, manejan las salsas con maestría y con cuatro sencillos ingredientes te preparan un plato que puedes tardar años en olvidar (mi memoria sensorial es así, si como algo que me ha gustado mucho soy capaz de guardar todas esa experiencia durante mucho tiempo y acordarme de todos los detalles de ese momento: quien lo preparó, por qué, quien se sentaba a la mesa, etc.).
Y en los últimos años, tengo el placer de disfrutar de la cocina de Angelines, la madre de Ester, que maneja los fogones de manera fabulosa y que me prepara unos piquillos de Mendavia rellenos y unas kokotxas para morirse del gusto!!
Quiero que este blog sea un espacio abierto para todo aquel que quiera participar. Mis recetas son muy muy sencillas, todas realizadas con productos naturales y que se pueden encontrar en cualquier casa, con lo cual animo a todo el mundo a que se lance a hacerlas sin miedo, sobre todo a aquellos que ven la cocina como algo que les impone y les echa para atrás. Hay que tirarse a la piscina y probar, que si sale mal al principio, ya irá saliendo bien!!
Como no podía ser de otra manera, yo siempre tengo unas cuantas personas a quien agradecer cosas. Las primeras, mi madre y mi hermano, siempre en mi recuerdo: mi madre como la mejor cocinera que jamás habrá en mi vida, la que me enseñó casi todo lo que se y que estaría orgullosa de mi. Y mi hermano Adri, porque él también se sintió atraído por el mundo de la cocina, pero su maldita enfermedad nunca le dio tregua para poder centrarse en ello. Mi querida Ester, costilla y mano derecha, que hace una bechamel para morirse y cuaja la tortilla de patatas como nadie!! Y sobre todo, porque disfruta mucho con todo lo que cocino y es la primera en felicitarme. Y vaya, en general, a todos aquellos que de una manera u otra han contribuido a que mi interés por la cocina vaya en aumento, familia y amigos...y dentro de estos últimos, los "gastrobloggers" navarros (de nacimiento y de adopción), que me han servido de ejemplo y con los que comparto grandes ratos, comiendo, bebiendo, disfrutando: Cristina "Garbancita", Silbi, Helena BM y Pablo, el de Puerto Real....va por vosotros!!