Y por fin llegó VINOFEST 2013,
con la sana intención de mojarnos por dentro, ya que de mojarnos por fuera ya
se encargaba la incesante y deprimente lluvia que no cesa de caer desde hace
meses. El hall principal de Baluarte se llenó con decenas de mesas, botellas y
recipientes con hielo para mantener frescos los vinos que allí esperaban el
pistoletazo de salida, el brindis colectivo por parte del nuevo presidente de
la D.O. Navarra, algunos miembros de la Cofradía del Vino de Navarra y del Club
de Sumilleres de Navarra, junto con autoridades diversas. Una vez se levantaron
al aire las copas y se entrechocaron, entre vítores al vino de Navarra, todos nos
lanzamos, copa en ristre, a las diferentes mesas ocupadas por algunas de las
principales bodegas de Navarra.
Los vinos expuestos son aquellos
que han visto la luz durante 2013, bien los blancos y rosados vendimiados
durante el pasado otoño, bien los tintos con crianza que han visto la luz este
año y que han reposado durante algunos meses o años dentro de las barricas de
roble para embriagarse de los aromas de la madera y ganar en intensidad y
sabor. Es un lujo poder pasar de una bodega apenas andando diez o doce pasos y
comprobar la diferencia entre unos vinos y otros, utilizando la misma uva
dentro de la misma región. La diversidad de terrenos y climas de Navarra obra
el milagro de ofrecer diferentes vinos que no tienen nada que ver entre ellos y
que abren un abanico de caldos excelente.
En cada mesa, directores comerciales de las bodegas y/o enólogos, sirviendo las copas y bebiendo el vino con los curiosos que se acercaban, comentando peculiaridades acerca de los caldos, comparándolos con otros probados anteriormente, etc. El ambiente del viernes por la tarde era magnífico, sobre todo por la presencia de gente joven con ganas de aprender y disfrutar del vino, buena señal que indica que, en principio, el futuro consumidor de vino muestra interés.
Para complementar y hacer aún más apetecible la velada, la D.O. Queso de Roncal proponía una interesante actividad consistente en el diseño de diversos pinchos con este delicioso queso como protagonista principal, acompañado de toda clase de ingredientes de primera calidad, como carpaccio de ternera de Navarra, piquillos de Lodosa, huevos de codorniz, cebollas confitadas, confituras, frutos secos, hierbas aromáticas, etc. Las expertas manos del cocinero Juan Carlos Hernández eran las encargadas de dar forma a la creatividad de los que participaban en esta curiosa propuesta.
Durante la semana siguiente, decenas de bares y restaurantes de Navarra ofrecerán los nuevos vinos a precios más populares y se organizan catas de vino amateurs para todos los que quieran aprender un poco más de este mundo. Como colofón, durante el próximo fin de semana son las bodegas las que toman el relevo "in situ", ya que han programado visitas guiadas y jornadas de puertas abiertas para amigos y visitantes, ya que para poder conocer y apreciar los vinos hay que ir a la casa madre, al sitio donde el vino se concibe, se diseña, se mima...por alguna nos dejaremos caer este año.
En definitiva, unas jornadas
estupendas, con vinos deliciosos, un ambiente excelente y todo diseñado para el
disfrute y la promoción de los fantásticos vinos de Navarra.