Ya estamos inmersos en el otoño y
con el invierno esperando, agazapado para someternos con el frío, las heladas,
la nieve y los días cortos y grises. Pero como no todo puede ser malo, para los
afortunados que viven en Navarra y alrededores, el invierno no solo es blanco,
sino que tiene un punto verde sabroso e interesante: las VERDURAS DE INVIERNO.
Después de ir creciendo desde
finales del verano, el otoño viene cargado de ricas verduras que son esperadas
con avidez por cocineros, cocinillas, amas de casa, vegetarianos y gourmets de
todo tipo. Y los hortelanos de ambas riberas de Navarra, la tudelana y la de
Tierra Estella, han trabajado duro para arrancar de la tierra todos los
magníficos productos hortícolas típicos de esta temporada.
Si abril, mayo y junio tenían
como gran protagonista al espárrago blanco, tan blanco, recto y formal, el
invierno deja paso a otro gran señor de gran porte, por no decir grandísimo: el
cardo blanco y su primo el cardo rojo. Que sería de muchos menús de Navidad sin
la presencia del cardo en las mejores mesas??
También dicen que mayo es el mes
de las flores, pero en Navarra también hay flores en invierno. Porque que es la
alcachofa, sino la flor de Tudela? Durante estos meses, su presencia es
constante en mercados, mercadillos y todo tipo de establecimientos de
alimentación, por no decir en las cartas de los restaurantes, que la preparan
de mil y una maneras.
Y que me dicen de la borraja,
humilde verdura que no tiene ni el porte del cardo, ni las jugosas flores de la
alcachofa ni la vistosidad de la acelga?? Además, parece que intenta defenderse
al cubrirse con una piel aspera y punzante al tacto, pero simplemente lo hace
para proteger sus tallos tiernos y sabrosos, ya que esta verdura es considerada
como un auténtico manjar en muchas
partes de España y alcanza la categoría de verdura de lujo en Francia e Italia.
Y dejo para el último lugar,
aunque también podría ocupar el primero sin ninguna duda, para la verdura que
da al auténtico toque de color a los campos navarros durante el otoño. Símbolo
de ochos pueblos de la región, el pimiento del Piquillo tiñe de rojo intenso
miles de hectáreas de campos, para ser recogidos con mimo uno a uno, y con ese
mismo mimo, asados con fuego de llama viva, pelados y envasados de manera
artesanal. Y una vez en las cocinas, es camaleónico, porque admite casi cualquier
tipo de preparado, tanto en frío como en caliente, en ensaladas, rellenos, en
crema, en guisos o incluso en forma de helado.
No todo está perdido en invierno, hay
verduras ricas y sabrosas. Y para celebrarlo, La
Asociación de Restaurantes
de Navarra organiza las III Jornadas
Gastronómicas de las Verduras de Invierno en el mes de noviembre. Completos menús a base de verduras, a precios
competitivos y con la colaboración de Bodegas Chivite y la Cooperativa
Hostelera de Navarra.
Toda la información de los establecimientos la
tienes en este enlace. A disfrutar!