lunes, 21 de enero de 2013

SALSA BOLOÑESA


Esta receta es básicamente la de la salsa boloñesa que aprendí a cocinar en el Pleistoceno y con la cual disfruto como un bobo cada vez que la hago. Evidentemente, se puede aplicar a cualquier variedad de pasta o utilizarla como relleno de verduras, hojaldres, etc. Mi intención con esta receta es que NADIE en este mundo se conforme con añadir a la pasta cocida una salchicha en rodajas y un chorreón de tomate frito…eso es un pecado pudiendo hacer una salsa bien rica y sabrosa como esta. Cuando la preparo, suelo hacer para que sobre, ya que es ideal para congelar algunas raciones y utilizarla cuando queramos.

INGREDIENTES (para cuatro raciones)

 400 gr. de carne picada (suelo coger mezcla de cerdo y vacuno)
 Media cebolleta de tamaño mediano
1 diente de ajo grande
Tomate frito (unos 350 gr.)
1 diente de ajo grande
½ vaso de vino blanco (un vaso normal, tipo Nocilla)
Perejil
Orégano (o tomillo)
Sal y pimienta 

ELABORACIÓN:

En una sartén grande, ponemos un buen chorreón de aceite de oliva virgen, en el que pocharemos el ajo bien picado y la cebolla en juliana, en trozos no muy grandes. Cuando ambos empiecen a tomar color muy levemente, incorporamos la carne picada bien desmenuzada. Añadimos un pellizco de sal, otro de pimienta negra, el perejil bien picado y un buen pellizco de orégano. (Las hierbas aromáticas son, bajo mi punto de vista, bastante importantes en cualquier receta de salsas para pasta, porque aportan un gama de aromas y sabores inigualable. Es por eso que aconsejo cultivar en macetas hierbas aromáticas para poder utilizarlas frescas y no de bote). Removemos todo bien para mezclar todo los ingredientes. Inmediatamente empezaremos a percibir el aroma de las hierbas. 

Cocinamos hasta que la carne empiece a dorarse de forma uniforme. Añadimos el vino blanco a la mezcla y dejamos que el vino empiece a reducir junto con la carne. En este momento, añadimos el tomate frito y mezclamos todo el conjunto a fuego medio. (Si la salsa de tomate es natural, suelo añadir un poco de tomate frito de bote, ya que la salsa de tomate natural puede resultar en ocasiones un tanto ácida. El tomate frito comercial es más dulce y ayuda a corregir esa acidez.) 

Por último, solo tenemos que esperar a que la la salsa empiece a cocer (empezará a hacer burbujitas). Podemos añadir la pasta dentro de la sartén para mezclarla con la salsa o añadir esta a la pasta una vez en el plato, a gusto de cada comensal. Si se quiere, se le puede poner queso rallado por encima, un chorreón de aceite, un poco más de orégano picado (como es mi caso), lo que cada uno quiera. Y si se quiere hacer la salsa un poco picante, es cuestión de añadir unas gotitas de Tabasco o una cayena pequeña.

Si queremos guardarla, la dejamos enfriar y después la ponemos en tuppers pequeños o en bolsas bien cerradas para después congelar. No hace falta decir que esta salsa, bien con carne picada, con salchichas, con trocitos de pollo, pavo, lomo de cerdo, etc., es ideal para un arroz blanco o, como he dicho antes, rellenar unas berenjenas, champiñones, calabacín, etc.

2 comentarios:

  1. Mamy es masoca, se empeña en dar una vuelta por los blogs de cocina en su respiro de media mañana, cuando ya tenemos un hambre que nos mordemos los brazos, en fin, que desde el día que leímos esta entrada queríamos dejarle la boloñesa de mamy, que sino es para un plis-plas, como la suya, aunque lleva su tiempo, merece la pena hacerla, al menos para probarla, y verá como, siendo además una salsa que congela estupendamente, merece la pena dedicarle una tarde y tener luego, condimento para un par de meses de pasta-chuta.

    Compre buena carne, carne roja, no hace falta que sean piezas caras, sirve por ejemplo, la costilla de buey o cebón, cómprela de una pieza, por ejemplo, dos kg, tenga en cuenta que lleva hueso que podrá aprovechar junto con las piltrafas, para hacer un caldo. Toda esta carne, límpiela de grasa y haga daditos como de 1x1, salpimiente y sofría muy fuerte en 100ml de aceite de oliva, entre tanto pele un par de zanahorias grandes, una cebolla, lo blanco de un puerro y una rama de apio, corte todo en una finísima brunoise, agrégelo a la carne y deje pochar a fuego bajo, cuando esté, agrege tres kg de tomate natural triturado o en dados, como más le guste, sal y azúcar para corregir la acidez y una botella de un rioja medio bueno, deje estofar a fuego suave tres horitas (dependerá de la carne) y una vez frío congelelo en tupers. Puede acortar los tiempos haciéndolo en la olla super-rápida durante 1/2 hora y 1/2 más destapado para que concentre. A la hora de comer, ya sabe, la pasta el ragú-boloñesa calentito y un buen queso, por ejemplo un manchego viejo de oveja de esos de su tierra...

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  2. PS:

    Otra carne buena, buena para hacer este platillo es el morcillo, zancarrón.. es decir pantorrilla vacuna!! Con este queda un plato de lujo, super melosón, y ya si se anima a hacer la "lasaka" un hibrido de mamy que lleva por capas berenjena y pasta, lo ideal es hacer la misma receta con carne de cordero mayor (recental).

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