Me gusta mucho la publicidad. La he estudiado, la he trabajado y me parece un mundo apasionante. La publicidad televisiva, esa a la que tanta gente odia, a mi me fascina. Algunos anuncios, en poco más de un minuto, consiguen comunicarte un mensaje que quizá no olvides nunca. Esos son la mayoría de los anuncios, cortos y concisos. Y luego están los anuncios largos, esos que pueden durar 3 o 4 minutos, quizá demasiado para un anuncio, pero que son auténticas maravillas, bien por su concepto, su realización, su música o todo al mismo tiempo. Entre mis preferidos siempre han estado los que hace la agencia Señora Rushmore para el Club Atlético de Madrid y en general, todas las campañas publicitarias para TV que se hacen en Argentina. Pero desde hace unas semanas, me encanta el último anuncio de Casa Tarradellas, el del espetec.
Me parece un divertido anuncio por la naturalidad de los actores que lo protagonizan y porque se da una trama que es fácil que suceda. De hecho, hoy mismo una amiga ha publicado en Facebook el trozo de espetec de Casa Tarradellas comido por sus hijos en una sentada...han batido el record del anuncio, porque no habrá durado ni 20 minutos, y encima, también dejaron la cuerdecilla con la etiqueta, ni se molestaron en tirarlo. Obviamente, ninguno de los dos habían sido los culpables!
El caso es que yo no suelo sentirme "obligado" a comprar un producto que anuncien en TV, creo que no soy un gran público objetivo porque me muevo por la necesidad y no por el impulso o el capricho, pero este anunció funcionó tan bien que el otro día, en el supermercado, no pude resistirme a comprar un espetec de Casa Tarradellas, ya que hacía bastante tiempo que no lo comía. Cada noche nos comíamos unas rodajitas acompañando a nuestra ensalada diaria, pero a este espetec le tenía otro destino guardado: una pizza.
Tengo que probar a hacer la masa de la pizza por mi cuenta, pero mientras tanto, procuro aprovechar las ofertas y cuando veo una masa fresca para pizza de CT la suelo comprar para preparar la pizza a nuestro gusto. Y eso fue lo que hice esta vez, con el espetec como gran protagonista. Salió una pizza riquísima, con un toque rústico muy especial que os comento por aquí por si la queréis hacer algún día. Vamos a ello.
INGREDIENTES:
1 masa fresca para pizza de Casa Tarradellas
1 bola de queso mozarella
1 espetec Casa Tarradellas (esto es imprescindible. La masa la puedes hacer en casa, pero el espetec es irrepetible!!)
1 puñado de setas (esto es de libre elección. Yo elegí "seta de ostra" o Pleurotus ostreatus. Es la seta cultivada más normal, se encuentra en cualquier sitio. Si alguien gusta de shiitake, champiñón Portobello, rovellón o boletus, adelante).
Salsa de tomate (al gusto. Se puede utilizar cualquier salsa de tomate comercial, pero si queréis que la pizza salga redonda, haced en casa la salsa. Solo necesitáis saltear en una cazuela con aceite de oliva una zanahoria pequeña en trozos y media cebolleta tierna (una entera si es pequeña) en juliana. Cuando la cebolla esté tierna, echar un bote de tomate al natural pelado y entero. A fuego medio, vamos cociendo, aplastando el tomate para que vaya soltando todo su jugo. Añadimos sal y cuando se haya reducido todo bien, quitamos del fuego y metemos la batidora para pasar la mezcla y que quede una textura fina. Fácil y con un sabor espectacular)
4 o 5 tomates cherry o kumato en rodajitas.
Tomillo fresco (seco si no tenéis fresco)
Aceite de oliva virgen extra
ELABORACIÓN:
En la masa de pizza extendida, ponemos la salsa de tomate cubriendo toda la superficie. Con un cuchillo bien afilado, cortamos el queso mozarella en tiras y colocamos la mitad sobre la salsa de tomate. Salteamos las setas fileteadas en trozos medianos con un pellizco de sal y una vez hechas, colocamos sobre el queso. Partimos el espetec (cantidad al gusto)en rodajas finas cortadas al bies, para que queden más grandes, y las colocamos alternando con las setas. Hacemos lo mismo con los tomatitos, los cortamos en rodajas finas y los colocamos por todo el perímetro de la pizza. Colocamos el resto del queso, espolvoreamos con tomillo y ponemos un chorrito de un buen aceite de oliva virgen extra.
Horneamos a 220 º unos 15 min. vigilándola para que no se queme. Y poco más, esto es tan fácil que vais a tardar menos tiempo en comerla que en prepalarla...disfrutadla, que está riquísima!!