miércoles, 4 de junio de 2014

Confituras Goya: la esquina más dulce de Pamplona





Tenemos que remontarnos a 1886, cuando Manuel Goya abrió en la calle Mateo Moraza de Vitoria el primer establecimiento de Confituras Goya, vendiendo al mismo tiempo dulces y velas: es lo que tiene usar como materia prima un producto como la miel.

Pasaron los años y las generaciones: fusiones de familias vitorianas, nacimiento de nuevos productos y consolidación del negocio con la apertura de nuevos establecimientos. Así hasta contar con ocho tiendas y un obrador en Vitoria, a la que hace un par de años se sumó la tienda Goya de Pamplona, más conocida como "la esquina más dulce de la ciudad".

Trufas de chocolate, mermeladas gourmet, bombones de molde, galletas saladas, tartas nupciales, pastas, frutas vascas, repostería selecta de todo tipo de formas, tamaños y sabores...y la seña de identidad de la marca: los "vasquitos y nesquitas", que dentro de su famosa caja de lata han recorrido medio mundo y evocan recuerdos de la infancia cuando muchos ven la caja y recuerdan la que había en casa de su abuela, sustituyendo los bombones por fotos, sellos, hilos o cualquier cosa que se quiera guardar con cariño. Y en fechas señaladas, no pueden faltar productos como turrones en Navidad, "huesos de santo" en Semana Santa o rosquillas por San Blas, entre muchas otras cosas. No hay excusas, siempre es fácil encontrar alguna cosa que satisfaga las necesidades de cualquier cliente.

Hoy Confituras Goya ocupa un destacado lugar entre las mejores 50 pastelerías de España, y tanto desde Vitoria como desde Pamplona se esfuerzan día a día por endulzarnos un poco la vida, no solo con sus productos, sino con multitud de propuestas culturales y de ocio, participando de todas las propuestas que surgen para dinamizar el comercio de ambas ciudades. 

En las fotos podéis parte del surtido de productos de la tienda Goya de Pamplona, en un espectáculo de color increíble. Es un pequeño regalo para mi amigo Rafael, siempre tan cordial y amable con este humilde juntaletras, y para Mila, siempre al pie del cañón detrás del mostrador de Goya y que fue mi cómplice para poder hacer las fotos de las tartas un sábado por la mañana entre buenos ratos de charla. Para ambos, gracias por vuestra amistad!.











































Fue un auténtico placer contar con la complicidad de Mila, que pasa mañanas y tardes detrás del mostrador de la tienda de Pamplona y que fue mi cómplice para hacer todas estas fotos de los productos Goya y que hoy quiero dedicarle a Rafael Velázquez Goya, auténtico jefe de la "esquina dulce" y que ha sabido transmitir la esencia de Goya a todos los pamploneses. Rafa, gracias por tu amistad!

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