domingo, 14 de septiembre de 2014

Internet en la Onda

Era un palo que tenía que tocar alguna vez en mi vida. No me lo había planteado nunca, y no porque no me pareciera lo suficientemente seductor, pero a veces, si no te ofrecen ciertas cosas de manera clara no haces por buscarlo. En mi caso, quizá porque el nicho de la gastronomía en la radio a nivel local ya estaba en cierta medida ocupado por gente preparada, con tablas y con cosas que decir. Yo, comparado con ellos, no dejo de ser un principiante, con ganas de hacer muchas cosas, pero con pocos medios para llegar a todo lo que me gustaría.

Cuando Ester me dijo que en Onda Cero aparecía un anuncio pidiendo caras nuevas para la nueva edición de "Internet en la Onda", no me lo pensé mucho, la verdad. "Nada tengo que perder, aunque no paguen nada, por lo menos hago algo diferente", pensaba mientras escribía el mail con el que tenía que venderme a alguien que lo iba a leer. Tenía que ser algo original y pensé que con este texto podía tener opciones:

Hola chicos de Onda Cero. Soy Alberto, varón, 35 años, manchego residente en Pamplona. He leído vuestra propuesta de incorporar a gente a vuestro programa estival y me he dicho: Alberto, te están buscando a ti! Soy (o lo intento, pero no me dejan) diseñador gráfico en paro, comunicador gastronómico, blogger, community manager, ilustrador animal, licenciado en Bellas Artes y dueño de una gata preciosa! Hablo inglés bastante bien (he aprobado 2ª Avanzado a la primera!!) y he participado en RAIBABEL, la emisora de radio de la EOI de Pamplona, hablando de la gastronomía africana, que es otro de los frente que tengo abiertos!

Como veis, soy bastante movido porque le pego a todos los palos, y me gustaría participar en la radio, ya que me parece un medio divertido e interesante, luego si queréis contar conmigo, en el pie de página tenéis mi teléfono!

Señores, un placer contactar con vosotros, salud!

Cuando me dijeron que querían mantener una entrevista personal conmigo pensé que bueno, que mi astuta estrategia había funcionado, pero ahora llegaba la cosa seria, que era hablar con el director de un programa de Onda Cero. Y entonces fue cuando conocía a Javier Ábrego y a su lugarteniente Jon San Julián y me di cuenta que si me elegían, la cosa no se iba a caracterizar por su seriedad, a pesar de estas hablando con un abogado y un economista.

Un cuarto de hora después, me fui a casa con la sensación de que en Onda Cero, los fines de semana del verano se iba a hablar de gastronomía en las redes sociales, como así fue al final. Fui elegido para formar parte del equipo de descerebrados del programa y en plenos Sanfermines, siete horas después del chupinazo del 6 de julio, estábamos en los estudios de Onda Cero Pamplona haciendo el primer programa.

El programa era una amalgama de contenidos muy variados y para todos los públicos, interpretado por una orquesta de dementes bajo la batuta de un tipo con pinta de serio y formal que resultó ser un divertido “tirano”, con ganas de cargarse Internet y que pronunció un par de veces una frase que me gustó mucho. Cuando eran las 17:55 h. decía: “Señores, tenemos un programa de radio que hacer”, y como ovejitas, seguíamos al pastor al estudio para tomar asiento y empezar con la diversión.

A los controles de sonido, Arturo Armendáriz y Javier Goroskieta. Twitteando como si no hubiera un mañana, Sofía Gortari. El único con micrófono oficial de Onda Cero, Javier Ábrego, director del programa y responsable penal si algo salía mal. Con las noticias breves, Laura Azcona, Twitter para Javier Guembe, música para Alberto Bonilla, televisión para David Gracia, “maternity” para Naiara Olagüe, deporte para Javier Ugalde, viajes para Cami Belén Silva, sección “Pero esto que es” para Víctor Fernández y cocina para un servidor. Y luego estaban Pablo Armendáriz y Jon San Julián, los canallas del equipo, que todavía no se exactamente cual era su función, pero desde luego, nada hubiera sido igual sin su ironía y mala leche.

Y de gastronomía hablé durante seis semanas. Gastronomía íntimamente relacionada con Internet y las redes sociales, puesto que de eso iba el programa. Así, durante la semana iba buscando temas divertidos, peculiares, controvertidos, etc. También se intentó hacer una recomendación gastronómica semanal de alguna ciudad española que estuviera de moda en ese momento por alguna circunstancia determinada y hablar con algún personaje vinculado a dicha ciudad o iniciativa gastronómica.

Para la primera semana decidí apostar fuerte por algo que me parece una auténtica vergüenza en un país tan turístico como España, y es el de las lamentables traducciones que los hosteleros españoles hacen al inglés de las cartas de sus restaurantes. Cogí algunos ejemplos que encontré en internet e incluso algunos de Pamplona, que en sanfermines tira de carta para los guiris y son realmente espantosas. Llamativo fue el ejemplo de un restaurante de la Costa del Sol, donde un buen hombre ofrecía "Nice buds" como traducción de "cogollos de bonito en ensalada". 


Lo que no supo es que la literalidad es muy mala y estaba ofreciendo cogollos de marihuana. Otro local presumía de un rape fresquísimo, pero el comensal, de haberlo pedido, se debería haber encontrado con pez abisal (angler-fish) de largos dientes y bombillita para iluminar las profundidades marinas. 

Como "estábamos" haciendo el programa desde Pamplona, como recomendación gastronómica cité uno de mis bares de pinchos favoritos, "La Cocina de Alex Múgica",con vistas a la calle Estafeta y situado en los bajos del Gran Hotel La Perla.


Para el siguiente programa recurrí a una de las modas gastronómicas que están en alza, que no es sino la de publicar en la red social Pinterest las fotos de lo que comemos o cocinamos. Pero para darle el toque canalla que gusta en el programa, fue mejor enseñar las fotos etiquetadas bajo el nombre "Pinstrosity", y que son espantosas y diabólicas fotos de "fails" culinarios que pretendían parecerse a ricos y apetitosos platos y se convirtieron en auténticas pesadillas culinarias. 




Como recomendación gastronómica de la semana buscamos el sabor del México más urbano y tradicional hablando con Manuel Gulía, gerente de la taquería "Mi Ciudad", en pleno centro de Madrid y que ofrece auténticos tacos mexicanos a un precio imbatible.


Para los programas venideros toqué temas tan variados como las críticas a restaurantes y establecimientos de hostelería que se hacen en webs como TripAdvisor o Yelp (los españoles somos bastante especialistas en quejarnos por cualquier cosa), la cada vez más abundante presencia de listados de los mejores bares de tapas de España (a destacar la iniciativa guipuzcoana de señalizar sus pinchos con un código QR para que al escanearlo se pueda conocer todo acerca de ese pincho en diferentes idiomas), analizamos el fenómeno Master Chef en España y otros países (polémicas incluidas) o nos interesamos por la actividad en Twitter de nuestros chefs (con Chicote a la cabeza).







Y si los temas fueron interesantes, a la par que divertido, no lo fueron menos las siguientes recomendaciones que con el paso de las semanas fuimos haciendo. Traté de "picotear" diferentes ciudades y diferentes conceptos gastronómicos, bien porque por experiencia propia lo consideré interesante o porque algunos sitios estaban de actualidad. Por ejemplo, la C/ Laurel de Logroño y la propia capital riojana no celebraba ningún evento cuando hicimos una mención hacia ella, pero no es necesario; es tal la fama de este compendio de callejuelas del casco viejo de Logroño que todos los días son fiesta en sus más de 70 bares. Para hablarnos de ella y de su presencia en las redes sociales tuvimos al teléfono a Ana Márquez, que es la presidente de los hosteleros de la C/ Laurel. Ni que decir tiene que todos quedamos con unas ganas atroces de correr hasta Logroño y comer pinchos y vinos como si no hubiera un mañana.


Para la siguiente semana tenía preparado el plato fuerte. Había que apostar por caras o, en este caso, voces conocidas del mundo de la hostelería y la restauración. Y como la recomendación de la semana era Toledo y las actividades de “Saborea Greco 2014”, nadie mejor para charlar con nosotros que el mediático Pepe Rodríguez, juez de Master Chef y tipo simpático y campechano. Bendito sea el momento en el que decidí llamarle por teléfono al restaurante para pedirle que atendiera nuestra llamada!! En los 15 minutos que lo tuvimos en antena tuvo tiempo para reconocer que no sabe ni encender un ordenador, que le enseñaron twitter después de cuatro gintonics, que Toledo es una de las ciudades donde peor se come (achacó este hecho a que no hay una tradición gastronómica asentada, ni gente formada con interés para que la cocina de esa zona despegue y sea conocida). Asimismo, atacó con bastante dureza a aquellos cocineros con estrella Michelín cuyo éxito se le sube a la cabeza. Su sinceridad abrumadora nos dejó maravillados, habló con el corazón, dejó claro que a pesar de que el éxito de TV le está viniendo muy bien, su sitio está en su pueblo, Illescas, y en su casa, “El Bohío”. Magnífica entrevista por la que fuimos felicitados y muy comentada a lo largo de las siguientes semanas.




El siguiente salto gastronómico nos llevó al norte, concretamente a la actual Capital Española de la Gastronomía. Por que en Vitoria se estaban (y se siguen) celebrando muchos actos gastronómicos y uno de ellos llamó mucho mi atención, por lo que iban a cocinar y quien lo iba a hacer: la tortilla de patatas más grande del mundo, elaborada por el tipo que ha cocinado una de las mejores tortillas de España y que te la vende hasta congelada (y está de muerte). Senen González es el chef del Asador Sagartoki de Vitoria, y en su laboratorio gastronómico ideó la “tortilla perfecta”, con aceite de oliva de Euskadi, patata alavesa, huevos camperos y sal de Añana. Y la consiguió, tan rica que se llevó el premio a la mejor tortilla de España en 2010. Y con el hablamos, de como han sido capaces de crear un artificio para poder cocinar una tortilla gigante por arriba y por abajo al mismo tiempo. Y encima, de manera solidaria, ya que todo lo recaudado con las 10.000 raciones vendidas fue para el Banco de Alimentos de Vitoria. Un gran tipo este Senen, el típico vasco campechano y simpático.


Y de Vitoria a Barcelona, en busca de otro protagonista de excepción. Me costó conseguirlo, pero al final el deseado Jordi Cruz también estuvo unos minutos con nosotros en antena. Nos habló de como lleva personalmente su cuenta de twitter, como disfruta twitteando cuando emiten Master Chef y como ve compatible el uso de las redes sociales y la cocina al más alto nivel. Nos gustó especialmente la frase que nos dijo a la pregunta de Javier Ábrego de como resumiría la esencia de su cocina en 140 caracteres: "Mi cocina es tradición y vanguardia a partes iguales, con el producto como alma".


Y quise acabar con el más mediático, simpático, gruñón y bonachón de nuestros chefs patrios, que además es compañero de ATRESMEDIA, pero no pudo ser. Alberto Chicote disfrutaba de sus merecidas vacaciones y fue imposible que nos acompañara. De esta manera, Ábrego optó por la peor opción: entrevistarme a mi. Quería que hablara de mi afición por este mundillo culinario, que recordara la figura de mi madre como mentora y la de mi hermano como gran amante de las tecnologías y cuya ausencia en este mundo virtual tanto extraño. A punto estuve de soltar el lagrimón pero bueno, al final todo quedó en un bonito recuerdo y le agradezco a Javier que me diera voz para hablar de mi 

Y todo terminó de esta manera, porque el fútbol se impone y no deja tiempo para que nuestro programilla durara más tiempo. Si Dios quiere y la burra no se muere, es posible que el año que viene vuelva el programa y mira, si se brinda la oportunidad de volver a participar, no dudaré un segundo en llevar más gastronomía, más tecnología, más buen humor y una pizca de mala leche, todo bien cocinado para todos vosotros. Gracias por escucharnos y acompañarnos, fue un lujo estar #enlaonda!!

martes, 9 de septiembre de 2014

Artzai Eguna 2014


Cuando el mes de agosto va llegando a su fin, en el calendario gastro-festivo de Navarra destaca una fecha por encima de muchas otras, bien porque lleva celebrándose muchos años, bien por la repercusión del acto principal, etc. Se trata del “Artzai Eguna”, el Día del Pastor, que lleva celebrándose en la localidad de Uharte-Arakil durante 47 años ininterrumpidos, por lo que presumiblemente será una de las fiestas gastronómicas más antiguas de Navarra. Este evento lo organiza la Sociedad Aralar-Mendi Elkartea, y su presidente, el infatigable y entusiasta Jose Mari Ustárroz.

La aparente tranquilidad de la bonita villa de Uharte-Arakil, de poco más de 800 habitantes, se ve totalmente trastocada por la masiva afluencia de visitantes, que en este caso, movidos por el fantástico día soleado, inundaron el pueblo.


Tres son los pilares sobre los que se asienta el Artzai Eguna: las ovejas latxas, el Perro de Pastor Vasco (Euskal Artzain Txakurra) y el queso de Idiazábal. El cuarto protagonista es el pastor, el hombre de campo que, acompañado de su amigo, socio y ayudante perruno, cuida de las ovejas que pastan libremente en las laderas de las sierras de Urbasa, Andía o Aralar o en los valles de Esteribar, Baztán.

De esta manera, en todo el casco histórico de Uharte se desarrollaban las distintas actividades del Artzai Eguna 2014. La que a primera hora llamaba más la atención de la gente era la feria agroalimentaria, donde diferentes productores de la zona vendían sus productos. Si bien en otros pueblos navarros donde se celebran eventos relacionados con la gastronomía los puestos se mezclan unos con otros, en Uharte había un colectivo de artesanos que ocupaban un lugar preferente. Como no podía ser de otra manera, se trataba de los reyes de la jornada, los quesos de Idiazabal, en este caso solo los elaborados en Navarra, ya que el concurso de quesos que se celebraba también en este día buscaba al campeón de Navarra, que luchará posteriormente para alzarse con el gran premio en el Campeonato de Euskal Herria.


Eran numerosos los puestos que ponían a la venta sus quesos, daban a probarlos y ofrecían por  1 € bocadillos en un pan fantástico, dorado y crujiente, o al menos así estaba el que nosotros comimos. La procedencia de estos artesanos del queso, muchos de ellos ataviados de con el traje típico de casero vasco, es de los más variada. Teniendo en cuenta que la D.O. Idiazabal acoge a toda Navarra excepto al Valle de Roncal, es amplia la zona de producción de este queso, si bien el hábitat predilecto de la oveja latxa (en Navarra no se cría la oveja de la raza “carranzana”, más abundante en Euskadi y Cantabria) son los pastizales montañosos de la Navarra húmeda y de los Valles Pirenáicos Centrales (Esteribar, Erro,Aezcoa y Arce), sin olvidar las laderas de la sierra de Urbasa y las Améscoas, en la parte más elevada de Tierra Estella…algo tendrán estos pastos que hace sus quesos muy especiales.



Hablaba de un concurso de quesos, concretamente el  XXXIII Concurso de Quesos de Idiazabal de Navarra. Para la elección del mejor queso se dispusieron en la plaza de entrada a la iglesia del pueblo una serie de mesas ocupadas por los distintos jurados. Entre ellos, caras conocidas del mundillo gastronómico en sus diversas facetas: cocineros como Jesús Íñigo, del restaurante Ábaco de Huarte, Javier Díaz del Restaurante Alhambra de Pamplona, Iñaki Idoate, presidente del jurado y dueño de dicho restaurante Alhambra, el comunicador José Antonio Cruz, mi amiga blogger Silbia Redondo, miembros del panel de cata de la D.O. Idiazabal, etc.

Entre todos fueron valorando los quesos en todas sus facetas: apariencia de la corteza, textura, olor, sabor, apariencia de la pasta, presencia de agujeros, etc. A través de estas valoraciones se puede adivinar como es la elaboración de los quesos y el cuidado que el elaborador pone en esta tarea; la falta de higiene a la hora del ordeño o de la manipulación de la leche se nota enseguida en esta variedad de queso.






Paralelamente a la cata de los quesos a concursos, miembros de diversas sociedades gastronómicas de Navarra realizaban guisos de carne de oveja, que también fueron degustados por los miembros del jurado y posteriormente ofrecidos a todo aquel que quisiera degustarlo a precios populares.


Y mientras se iban desarrollando estos menesteres, que daban para un rato largo, la gente iba y venía recorriendo las calles del pueblo, con unas casas preciosas, típica arquitectura rural de los pueblos de Nafarroa, como llamo yo a la Navarra de la mitad norte, con fuertes vinculaciones culturales a la cultura euskalduna. Por allí había puestos de miel, de pasteles vascos exquisitos, la permanente sonrisa y simpatía de Inma Montosa y sus Mermeladas Aidín (fabulosas), escanciadores de sidra natural ácida y muy refrescante, varios puestos de venta de talos, el “crêpe” vasco, con queso, bacon o chistorra. También artesanos de la madera, tejedores de calcetines de pura lana de oveja, ideales para el frío y la humedad de los montes en invierno, herreros haciendo cencerros…todos un escaparate de los usos y costumbres de la Navarra rural en un marco exquisito.














Y como no hay queso sin ovejas, también había concurso morfológico de ovejas latxa, que se apretujaban unas contra otras para huir del sol que calentaba bien a gusto (en el norte no hay siempre frío, eso es un cuento chino). Las había de cara negra y de cara rubia, grandes y pequeñas, con cuernos y sin cuernos. En el frontón descubierto del pueblo se celebraba un concurso de esquileo con máquina, y a las 12:00 h. un rebaño fue paseado por el pueblo evocando el traslado de un valle a otro.






Y como las ovejas necesitan de la vigilancia y el cuidado del perro pastor, también había una exposición de los distintos perros utilizados para labores y vigilancia del ganado (no solo ovino) en las zonas pirenaicas de Navarra, Aragón y Catalunya. Así, pudimos ver al Mastín del Pirineo, al Pastor de los Pirineos (raza francesa con dos variedades, “à poil long” (pelo largo) y “à face rase” (cara rasa). También andaba por allí el Gosd’Atura Catalá, el desconocido Presa Navarro (primo hermano del Alano Español y del Villano de las Encartaciones, perros de arrastre de ganado vacuno) y como no, el “Euskal Artzain Txakurra”, el Pastor Vasco, también con dos variedades, Gorbea e Iletsua, pelo áspero y pelo liso.

Y así, entre artesanos, comerciantes, ovejas y perros, dio por finalizado el juicio de los quesos a concurso. Si bien en un principio los jueces no estaban muy convencidos de la calidad de los “concursantes” (producto muy sensible a la calidad del pasto y de la leche), en la recta final entraron a concurso grandes quesos que dispararon las votaciones. Y el ganador fue…pues el que entraba en todas las quinielas, Ricardo Remiro. Este joven pastor del pueblo de Eulate, enclavado en el Valle de las Améscoas, entre las sierra de Lokiz y Urbasa, se ha alzado con la txapela de ganador en seis ocasiones. Algo tendrán sus 500 ovejas que han convertido a estos quesos, el único de la sierra de Urbasa acogido a la D.O. Idiazabal, en los más galardonados, incluso a nivel internacional.

Como fin de fiesta, la subasta del medio queso ganador, acto popular que pretendía este año batir los 4290 € que se pagaron el año pasado por parte de los jueces navarros en homenaje a Eugenia Idoate, fallecida ese mismo día y miembro de una conocida familia de hosteleros navarros. Este año participaban en la puja el un miembro del Hotel Alma Muga de Beloso de Pamplona, Iñaki Idoate y Javier Díaz, del restaurante Alhambra y Jesús Iñigo Luri, del restaurante Ábaco. 

La puja empezó en 2000 euros, y gracias a la insistencia del presentador del evento y bajo la mirada cómplice de Jose Mari Ustárroz, presidente de la DO Idiazabal y un auténtico enamorado de su pueblo y de sus quesos (el sujetaba la tabla donde descansaba el codiciado medio queso), la puja se animó y fue Jesús Iñigo el que se lo llevó a su restaurante de Huarte, ubicado en el Centro de Arte Contemporáneo de este municipio, pagando la nada desdeñable cantidad de 4350 €,  con lo cual se batió de nuevo el récord.






Y como era tarde y había que comer, nada mejor que acudir al frontón cubierto para participar en la comida popular, consistente en un caldito de gallina, ensalada de lechuga y cebolla, cordero de Navarra al chilindrón con verduritas y tarta de hojaldre con crema.






Y como fin de la jornada, todo el mundo al campo a ver el campeonato de habilidad de perro pastor. En una ladera con diversos setos acondicionados para este acto, los pastores iban guiando a gritos a sus perros, para que condujeran a las ovejas de un lado a otro, metiéndolas en una especie de redil o haciéndolas pasar por aberturas estrechas.


Jornada divertida y sabrosa, conociendo un poco más una de las grandes tradiciones de la Navarra del Norte que aporta un gran prestigio a toda la región y nos hace disfrutar a todos los amantes de la gastronomía. Hasta el año que viene!