Un sello para ampararlos, para
protegerlos, para defenderlos y para promocionarlos. Un sello con el que
presumir, lucirse y darse a conocer. Un sello sinónimo de calidad y prestigio,
dentro y fuera de las fronteras del Reyno. Un pequeño y sencillo sello rojo,
pero con un enorme peso en lo que a fomento de la calidad agroalimentaria se
refiere. Eso y mucho más es lo que representa desde 2007 Reyno Gourmet, la
marca de garantía y calidad a la que están acogidas más de cien empresas y más
de 1000 productos que han visto la luz en Navarra, y que son el más claro
ejemplo de la calidad de los productos de esta región.
Y decir Reyno Gourmet es decir
Mendavia. Porque de las 16 certificaciones de calidad que Reyno Gourmet agrupa
bajo su paraguas, la Villa de Mendavia presume de 11 de ellas. No es la primera
vez que hablo de ello en este humilde blog, pero nunca está de mal recordar que
Mendavia, situada en la Ribera Alta del Ebro navarro, es el municipio español
con más denominaciones de origen. Y eso, en un país como España, famoso por la
excelencia de todos sus productos, es un gran privilegio que no pasa
inadvertido para nadie.
La huerta navarra, junto con la
de Levante y Murcia, siempre han sido los principales referentes en cuanto a
producción y calidad en España. Centrándonos en la huerta de Navarra, tres son
los productos que se aúpan en el podio de la fama y la calidad, sin ocupar
ninguno de ellos el segundo o tercer cajón, sino compartiendo el primero. Como
muchos avispados amantes de la verdura ya sabrán, son el Pimiento del Piquillo
de Lodosa, el Espárrago de Navarra y la Alcachofa de Tudela.
Si bien estas tres verduras se
cultivan en un buen número de hectáreas repartidas por toda la ribera del Ebro
y sus afluentes, en Mendavia se dan unas condiciones excepcionales para que
todos estos productos alcancen una calidad superior, sobre todo si nos
referimos al Pimiento del Piquillo y al Espárrago de Navarra. Comenzando por el
primero de ellos, aunque la denominación oficial lleve adjunto el nombre de
Lodosa, que es la localidad vecina, Mendavia, es uno de los pueblos con mayor
superficie dedicada al cultivo de esta hortaliza, asi como sede de algunas de
las marcas más señeras en este producto en conserva.
Menos extensión de cultivo tiene
el Espárrago de Navarra, cuya producción es más vulnerable a la climatología y
la competencia que viene desde Perú o China. Y aquí si que Mendavia se lleva la
palma y cultiva el mejor espárrago blanco que se puede consumir en España. No
obstante, algunas marcas han conseguido posicionar sus productos, entre ellos
el espárrago, como referente de este sector en el mercado gourmet a nivel
nacional. Por esta razón, suele ser cada vez más habitual ver en cualquier
punto de España la característica caja negra rotulada con LC de la empresa
mendaviesa Viuda de Cayo con su marca Premium “La Catedral de Navarra”.
Con las alcachofas pasa algo
semejante al Piquillo. Si bien la denominación incluye el nombre de la capital
de la Ribera, Tudela, los fértiles campos de Mendavia ofrecen unas alcachofas
sensacionales, que procesadas por las manos artesanas de las conserveras
locales convierten a este recio capullo de cardo (por es lo que es) en un
manjar con cientos de miles de enamorados de su particular sabor.
Y si hubiera más verduras con
denominación de origen en Navarra, seguro que Mendavia se apuntaba más de un
tanto, puesto que ya sea el cardo, los tomates, las cebollas o los calabacines,
todo lo que brota del terruño es sinónimo de calidad.
Pero como no solo de verduras
vive el navarro y el sibarita, en Mendavia se dieron cuenta de que si el
producto vegetal era excelente, no menos excelente sería la carne derivada del
ganado que se alimentara con los forrajes y el cereal que allí se cultivara. Y
de eso se valen los criadores de ganado vacuno y ovino, que se acogen a dos
denominaciones de origen vinculadas al producto cárnico como son la D.O.
Ternera de Navarra y la D.O. Cordero de Navarra. Ambas denominaciones se
extienden por todo el ámbito de la Comunidad Foral de Navarra, acogiendo bajo
este sello a animales de diferentes razas en función de la zona. Así, en el
norte de Navarra abundarán las explotaciones con vacuno de raza Pirenaica o
Parda Alpina y ovejas de la raza latxa, mientras que en la mitad sur será más
común encontrar en sus campos a vacas de la raza Charolais y ovejas de raza Navarra, de carácter trashumante y más parecidas a las ovejas castellanas y
manchegas.
En el caso del aceite de oliva
virgen extra, el reconocimiento oficial es bastante reciente, a pesar de que en
Mendavia y en el resto de Navarra se ha estado elaborando aceite de forma
artesanal desde hace siglos. Los agricultores llevaban las olivas a los
trujales tradicionales así como se vendía la uva a la cooperativa vinícola.
Hasta que algunos emprendedores, conscientes de la calidad del producto que
tenían en sus campos, decidieron que quizá con algo más de estudio, empeño y
trabajo se podía ir un poco más allá en el mundo del aove. Y créanme que lo han
conseguido. En Mendavia, el trabajo de una familia de hermanos han dado como
resultado uno de los mejores aceites de oliva de España, con gran presencia de
la variedad arróniz, autóctona de Navarra y que es la que permite que esta
región pueda presumir de una denominación de origen. Mendavia está orgullosa de
Aceites La Maja y vicevesa, ya que el nombre de Mendavia se pasea por toda
España y por parte de Europa de la mano de este excepcional producto.
Y que sería de una buena comida a
base de carnes, verduras, con la base de un excelente aceite, si no hay bebida con
que acompañarla? Por eso en Mendavia no descuidan nada y también han sabido
aportar su grano de arena en el mundo del vino. A pesar de estar en territorio
navarro, Mendavia se unió a otras localidades vecinas para acogerse a la Denominación
de Origen Calificada Rioja, lo que hace que el nombre de Mendavia esté asociado
al prestigio de esta marca. Pero no se puede vivir solo de imagen, sino que hay
que demostrar que el continente tiene un buen contenido. Y tanto Marqués del
Atrio como Barón de Ley pueden estar orgullosas del buen papel que hacen para
la DOC Rioja. Sobre todo esta última, que se ha convertido en un conglomerado
de empresas de gran valor económico y con un prestigio enorme a nivel bursátil.
El pacharán, el gran licor navarro
que nada tiene que envidiar a licores de hierbas, cremas de whisky o coñacs,
también tiene presencia en Mendavia en forma de campos de cultivo sembrados con
hileras de endrinos, pequeños arbolitos parecidos a los olivos pero que son
primos hermanos de ciruelos, cerezos o almendros (el género Prunus, que
haríamos sin el!!). No existe en el término municipal ninguna empresa que
elabore pacharán para comerciar con él, pero no son pocas las destilerías
navarras que comprarán las endrinas a los agricultores mendavieses sabiendo que
están haciendo una buena inversión.
Y para terminar, brindemos con
cava navarro. Sin menospreciar a los cavas catalanes, excepcionales, o los
grandes champagnes franceses, Navarra supo sacarle provecho a la uva Viura,
variedad tradicional para elaborar vinos blancos secos y muy común por la zona
del valle del Ebro. Sabiendo que era la misma cepa que la conocida en Cataluña
como Macabeo y teniendo muy buena materia prima, solo había que conocer el
metodo “champenoise” para elaborar un espumoso en tierra navarra. Y a Sant
Sadurní d’Anoia, cuna del cava catalán, se fueron los hermanos Suberviola a
formarse como expertos en la elaboración de estos singulares vinos. Ellos han
sido los últimos en formar parte de la gran familia de Reyno Gourmet, que amplía
su rango de productos buscando la excelencia. Y esa excelencia, presente en
toda Navarra, tiene un gran punto de apoyo en Mendavia.
El evento popular de este XIII
Día de las Denominaciones discurrió, como todos los años, en medio de un ambiente
totalmente festivo. De forma paralela a esta muestra gastronómica se
desarrollan actividades vinculadas a las leyendas de corte mágico y mitológico
que circulan desde hace siglos por Mendavia, así como un mercado medieval y
otros actos.
Para el pregón de este año se contó con la presencia del chef guipuzcoano Ramón Roteta. Para Mendavia es viejo conocido, por ser el conductor del programa de EiTB "No es país para sosos", donde Mendavia se alzó como ganador de un reto para ver quien elaboraba la mejor menestra de cordero, en un divertido duelo con la villa alavesa de Lapuebla de Labarca. Su simpatía y campechanía, así como su complicidad con Mendavia, eran los ingredientes esenciales para que se convirtiera en un pregonero ideal para un evento gastronómico como este.
El día soleado animó a vecinos y
forasteros a salir a la calle a disfrutar de la jornada. La primera parada de
este año era un punto de información donde adquirir la copa especialmente
diseñada para este día. Se trata de una copa Borgoña, con la serigrafía de la
imagen corporativa del Día de las Denominaciones. Con la compra de dicha copa
se tenía derecho a la degustación de un vino y un pincho de lomo con pimientos
en la taberna popular, así como acceso libre al resto de casetas donde los
productores locales ofrecían su mercancía.
Bajo mi punto de vista, la
novedad de la copa me ha parecido todo un acierto, por varios motivos: Dicha
copa no es un elemento de usar y tirar, es un objeto que se podrá seguir usando
a diario y además, con el carácter de recuerdo de un día festivo. De esta
manera, se evita la generación de más residuos en foma de plásticos. Además, su
venta genera un pequeño ingreso, que nunca viene mal. Y la mejor de todos, y es
que el vino siempre sabe mejor en una copa que un vaso, ya sea de plástico o de
cristal. Y más si son vinos y cavas tan buenos como los que hemos mencionado
antes. Cada vez son más las empresas, establecimientos de hostelería y
municipios que rotulan las copas que utilizan en sus diferentes actos donde el
vino está presente, y Mendavia no debía ser menos en este aspecto.
Y como siempre, las mismas caras
al otro lado de las mesas dando a probar los productos de la huerta, de la viña
y del olivar. El pan tostado, impregnado en aceite del trujal La Maja y con un
toque de ajo restregado, desaparecía del plato a la velocidad de la luz, casi
tán rápido como lo hacían los espárragos de Gilver, Vela, Viuda de Cayo o
Juanchu, que duraron poco o muy poco en los platos. Pimientos del Piquillo,
alcachofitas, puerros, habitas baby, bien acompañadas de los vinos de Marqués
del Atrio por un lado y Barón de Ley por el otro. Y por supuesto el cava, rosado
de garnacha y monastrell y blanco de
viura, brut y brut nature, muy ácido y refrescante. Una auténtica gozada.
Para terminar, entrega del premio al restaurante La Galera por haber realizado el mejor pincho con productos de las denominaciones de origen locales (una magnífica reinterpretación del guiso de cordero con alcachofas, espárragos y guisantes de toda la vida, pero realizado con las técnicas de la cocina actual y una presentación bastante singular) y aperitivo en las instalaciones del Polideportivo con Paco Sádaba detrás de la barra, con los productores locales y con los compañeros y amigos del ayuntamiento, donde surgió la gran cuestión
que muchos, cada uno por su lado, se llevan planteando desde hace unos años:
¿Se puede ir a más con esta celebración? Como dar el salto para que el pueblo
con más denominaciones de origen de España tenga un evento de altura y pueda
salir del ámbito meramente local? Hay producto de excelencia, hay productores jóvenes
y muy bien preparados, con ganas de hacer cosas nuevas, hay varias ideas
flotando por el ambiente que solo tienen que plasmarse de forma seria y ser
discutidas para llevarlas a la práctica.
Y lo más importante, hay muy
buena predisposición por parte de las autoridades locales para recibir
propuestas acerca de una jornada o jornadas vinculadas a este proyecto de las
denominaciones, y que sirva para sumarse al acto popular que tan buena acogida
tiene. Hay muchas ideas y bastante tiempo para trabajarlas. Y no solo para el
XIV Día de las Denominaciones, sino para cualquier época del año vinculada a
cada uno de los productos de calidad de Mendavia. Esto no ha hecho nada más que
empezar…