martes, 5 de agosto de 2014

XV FESTIVAL DEL VINO SOMONTANO Y ENCUENTRO DE BLOGGERS GASTRONÓMICOS (Parte 1)

En Barbastro saben hacer las cosas bien. No podía empezar esta crónica de otra manera que no fuera alabando y al mismo tiempo, dando las gracias por diseñar un fin de semana tan estupendo como el que he pasado en la capital del Somontano. Por lo tanto, gracias por todo lo que nos habéis ofrecido a lo largo de los dos días que compartimos en Barbastro con vosotros.

Para mí era el primer evento blogger al que asistía y la verdad que mi estreno y puesta de largo no podía haber ido mejor. Siendo un amante de la gastronomía y más recientemente, un apasionado del vino, el programa diseñado al efecto reunía dos de mis pasiones junto con la que en la actualidad es una de mis ocupaciones preferidas, que es la comunicación en el mundo de la gastronomía y su cultura. Para que los lectores se sitúen un poco, comento muy brevemente para que me fui a Barbastro y que se cocía en esta localidad oscense que tanta expectación levantó en mi.

Barbastro, capital de la comarca del Somontano, lleva celebrando desde 1999 un festival cultural alrededor de sus vinos y la gastronomía del Alto Aragón. En él han conjugado, a lo largo de los años, música, teatro, humor, magia, gastronomía, visitas a bodegas, catas de vinos, talleres y diversos paquetes turísticos, todo ello destinado a dinamizar la zona y conocer, apreciar y difundir las bondades de esta tierra, sus productos y sus gentes.
 

Este año, coincidiendo con la XV edición del festival, desde la D.O. Somontano decidieron que había que hacer un guiño a las nuevas tecnologías y la mejor manera de hacerlo era organizando el Primer Encuentro de Bloggers Gastronómicos, grandes prescriptores de la gastronomía a través de sus bitácoras digitales y perfectos embajadores de cualquier iniciativa en este ámbito. Y vaya si el llamamiento hizo efecto, tanto que al final se cubrieron todas las plazas disponibles e incluso ha habido que desestimar las últimas peticiones por aforo completo.

El programa diseñado para nosotros no tenía ningún desperdicio: mesas redondas con la participación de destacados bloggers del sector, presentación de un libro elaborado a partir de las aportaciones de diversos cocinillas aficionados, visitas a bodegas con sus correspondientes actividades, una excelente comida y el acceso a la Feria Gastronómica más deliciosa que he pisado hasta el momento. Todo esto, junto con la invitación en forma de caja de productos de la zona que me hicieron llegar a casa supuso que en mi agenda, el primer fin de semana de agosto estaba bien marcado con mayúsculas y subrayado.

La apertura del acto coincidió con la presentación del libro "La Mesa del Pecado". En sus páginas se desglosan diversas recetas relacionadas con los siete pecados capitales y elaboradas por siete de los más destacados gastro-bloggers del panorama nacional. El octavo participante de esta iniciativa de la editorial Larousse pone el contrapunto a tanto pecado y elabora recetas basadas en las siete virtudes. Cinco de los autores de este libro nos hablaron de él, justo después de que Mariano Beroz, presidente de la D.O. Somontano y uno de los organizadores del evento, nos diera a todos la bienvenida agradeciéndonos nuestra presencia.



Justo después de acabar esta primera ponencia nos dirigimos a la Muestra Gastronómica del Festival, uno de los platos fuertes del fin de semana y del que, por problemas de agenda, solo pude disfrutar un día por tener que volver a Pamplona el sábado por la tarde-noche. Aún así, las cerca de cuatro horas que estuvimos paseando por los stands de comida y vino, comiendo y bebiendo (algo obvio en esta caso) fueron realmente magníficos. Llegados a este punto tengo que decir que admiro profundamente la capacidad organizativa de los responsables de este evento. Movido por mi curiosidad innata, había visto imágenes de eventos de años anteriores y me preparaba para lo mejor. Pero la realidad, aunque un poco desteñida por la lluvia que hizo de las suyas a ratos, fue mucho mejor.


De izda. a drcha: rosado de tempranillo y cabernet sauvignon, rodado de pinot noir, blanco chardonnay (aunque parezca rosa, la copa estaba un pelín manchada) y blanco riesling.

 La zona central del recinto ferial de Barbastro, donde se colocaron el grueso de las mesas. Entre estas y las que rodeaban el perímetro del recinto se habilitaba espacio sentado para 4000 personas. Una pena que tanto el viernes como el sábado la lluvia hiciera acto de aparición y desluciera un poco la fiesta. Aún así, cifras de participación espectaculares!!


Longaniza de Graus fresca, recién sacada de la parrilla en la que las estaban asando. Teníamos un vino blanco en la copa, pero tardamos poco en ir a pedir unos tintos!!


Tablas de diferentes quesos de la provincia de Huesca, como el de Radiquero, el de oveja en plancha típico de la Sierra de Guara, tipo Pirineos con la corteza mohosa, etc. Todos exquisitos y que maridaban a las mil maravillas con los vinos que no desaparecían de las copas.





Dos pinchos que me pedí en uno de los stands, una rica fideuá con un cremoso all i olí y un canelón de hongos con una fantástica bechamel trufada. Estos me los comí con un chardonnay fermentado en barrica realmente demoledor.



 Por si no fuera poco, algunos nos decían que dejáramos sitio para el postre, que había algunas casetas de pastelerías que no podíamos dejar pasar. Y yo me fui directo al stand de la Pastelería Güerri, donde entre todo el material altamente peligroso que tenían me quedé con las "Flores de Barbastro", y no me equivoqué en absoluto. Dulce fino, delicado, con su punto justo de dulzor...excelente!.


Me sorprendió muchísimo ver como una localidad de poco más de 17 mil habitantes es capaz de montar todo este festival digno de una capital, animando a participar a todas las bodegas, establecimientos hosteleros no solo de Barbastro, sino de otras localidades, incluyendo también a Huesca. Y lo mejor de todo, la afluencia de público, miles de personas, algunas venidas de otras provincias limítrofes, todas ellas interesadas en el vino de Somontano y lo mejor de la gastronomía del Alto Aragón: longaniza de Graus, quesos de Radiquero, ternasco de Aragón, tomate rosa de Barbastro, ternera de Binéfar, repostería típica como las Flores de Barbastro o la Trenza de Somontano, etc. Así, más de 150 preparaciones que debían ser acompañadas por los vinos, evidentemente. Para ello, más de 80 referencias de vinos de la DO Somontano, blancos, rosados, tintos y espumosos, todos excelentes y que nos abrían boca para el día fuerte de la jornada, el sábado. Desde aquí ya dejo anotado que muchas ciudades vinculadas con el mundo del vino deberían tomar ejemplo de esta feria y plantearse seriamente el cómo dinamizar sus propios vinos con eventos similares. Como dato curioso, el sábado, a pesar de la lluvia que hizo acto de presencia a eso de las 01:30 h. de la madrugada y provocó una estampida de gente, se sirvieron 24.000 pinchos y 24.000 vinos. Y el festival comenzó el jueves. Hagan cálculos y saquen sus propias conclusiones.

(Actualización de última hora: según la nota de prensa, a lo largo de los tres días de feria, se han servido 72.000 tapas y 72.000 vinos. Ahí es nada! Lo dicho, hagan cálculos!!)

PD: Podéis ver todas las fotos en el album de la página de FB "Me comería el mundo":
https://www.facebook.com/media/set/?set=a.1513993295499430.1073741836.1469863679912392&type=3

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