Para conocer la historia de este miembro de la noble familia
de Los Solano tenemos que remontarnos muchos años atrás y cruzar el charco. Las
primeras noticias que se tienen de él son cuando tenía otro nombre, "xitomatl",
que quería decir "fruta con ombligo" en idioma náhuatl. Era cultivado
por los pueblos mesoamericanos de México y Perú, que lo consumían a el y a
algún otro miembro de la familia Solano, pequeños y verdes.
Tom Solano vio en la llegada de los conquistadores españoles
que llegaron a tierras americanas la oportunidad de dar el gran salto. Allí en
América apenas tenía nada que hacer, era bien conocido pero vivir en poblados
de piedra no era exactamente una vida intensa. De esta manera, sedujo a los
marineros que cargaban con todo el oro y plata expoliado a los indígenas y se
enroló en alguna nao o carabela, con destino al Viejo Mundo.
Una vez en tierras españolas, rápidamente se extendió la fama
de Tom Solano por el resto de la Europa Mediterránea, ya que el benigno clima
de estas tierras era muy beneficioso para que nuestro personaje se adaptara a
la perfección a su nuevo hogar. A pesar de su famoso color rojo intenso, el Tom
Solano que llegó a Italia era de color amarillo, por lo que en tierras
transalpinas se le dio el nombre de "pomo d´oro" (manzana dorada),
del cual surge su nombre actual en italiano. Ya con su característico color
encarnado, se hizo tan archiconocido que se decía de él que estaba "en
casi todas las salsas". Realmente era cierto, ya que una buena
"amatricciana", "arrabiatta", "bolognesa",
"ragù napoletano", "siciliana", "marinara" o
"napolitana" no sería nada sin el toque especial que solo le daba Tom
Solano.
En su país de acogida, España, Tom Solano se sentía a sus
anchas: un clima estupendo para poder prosperar en la vida y mucha gente
encantada de tenerle cerca para poder establecer relaciones muy estrechas con
el. De norte a sur y de este a oeste, Tom Solano se convirtió en uno de los
tipos más famosos y no cesaba de recibir ofertas de colaboración para todo tipo
de eventos gastro-festivos. A parte de formar parte del 75 % de los platos de
la gastronomía patria, en según qué zonas, Tom se prestaba para ser aplastado
contra el pan y condimentado con ajo, aceite y jamón, ser molido en diferentes
niveles para convertirse en gazpacho o salmorejo y, bien fresquito, ayudar a combatir
los rigores del verano. Espectacular fue su maridaje con diversas hortalizas
como cebolla, atún o pimiento en la "pipirrana", acompañando las
"magras" de cerdo en los desayunos de las peñas sanfermineras o como
el mejor condimento para uno de los grandes placeres de este país, las patatas
bravas. Se prestó a experimentos para dar lugar a replicas en tamaño mini,
ovalados, trepadores, de diversos colores y texturas...Tom Solano había
conquistado España y sería elevado a los altares, hasta tal punto de ser la
gran estrella de algunas fiestas populares, donde miles de cafres se mataban
por bañarse en su jugo, anhelaban sentir toda su esencia sobre sus cuerpos
semidesnudos...toda una orgía de satisfacción para un tipo como él.
Los franceses, muy fino ellos, vieron en Tom Solano un ingrediente selecto para un cocktail curioso con nombre de reina sanguinaria, Maria Tudor o María "La Sangrienta", o lo que es lo mismo, "Bloody Mary".
Los ingleses no conocieron a Tom hasta el siglo XVI, y los muy cafres pensaban que era tóxico (razón no le faltaba, ya que algunas partes de su fisionomía eran bastante venenosas) y hasta dos siglos después nadie se atrevió a darle una oportunidad. Más tarde, fueron los ingleses los que volvieron con el a América: Tom volvía a casa en medio del reconocimiento de la Vieja Europa.
Los franceses, muy fino ellos, vieron en Tom Solano un ingrediente selecto para un cocktail curioso con nombre de reina sanguinaria, Maria Tudor o María "La Sangrienta", o lo que es lo mismo, "Bloody Mary".
Los ingleses no conocieron a Tom hasta el siglo XVI, y los muy cafres pensaban que era tóxico (razón no le faltaba, ya que algunas partes de su fisionomía eran bastante venenosas) y hasta dos siglos después nadie se atrevió a darle una oportunidad. Más tarde, fueron los ingleses los que volvieron con el a América: Tom volvía a casa en medio del reconocimiento de la Vieja Europa.
Por lo tanto, al otro lado del charco, los descendientes de
aquel primer Tom Solano que abandonó el continente y que volvían a el con los colones ingleses que buscaban fortuna, se convertían a finales del
XIX en la parte fundamental de una salsa de origen chino, el "ketchiap" que gracias a ellos, se erigiría en todo un símbolo de estado, que volvería a Europa, como si de un
enorme bucle se tratara, para conquistar de nuevo nuestros paladares como
acompañamiento de platos que también salieron de Europa, se transformaron en
Estados Unidos y volvieron aquí como si de platos nuevos se trataran. Lo que
está claro es que Tom, ilustre miembro de la familia Solano, conquistó el mundo
en el nombre de su antepasado "xitomatl" y forma parte vital de nuestra gastronomía y de nuestra cultura.