lunes, 30 de septiembre de 2013

CAMPAÑA "VIVA NAVARRA" EN EROSKI

A lo largo de las dos últimas semana de Septiembre, despidiendo la primavera y dando la bienvenida al otoño, Hiper Eroski celebró la campaña promocional "Vive Navarra". Bajo este lema  se organizaron una serie de talleres de cata y degustación de diferentes productos agro-alimentarios producidos en la región y acogidos casi todos ellos a los sellos "Reyno Gourmet" y "Alimentos Artesanos de Navarra". Con campañas de estas características, Eroski demuestra una vez más su apuesta por el producto navarro de calidad, manteniendo el contacto directo con los productores y dándolo a conocer a todos, tanto consumidores habituales como aquellos que no habían tenido la opción de probarlos.

El pasillo de los lácteos acogió el montaje de la gran estructura que hizo las veces de mesa para acoger los cerca de 30 asistentes que se dieron cita durante la docena de eventos que se celebraron. Cada día, los productores invitados instalaban hacían la presentación de su proyecto empresarial a través de videos, fotografías o power point, para que conociéramos el origen y camino recorrido de lo que hoy en día son reconocidas marcas de prestigio en los lineales de cualquier establecimiento de alimentación. Posteriormente, preparación de los pintxos, cócteles, infusiones o lo que se terciara.

Yo no pude asistir a los tres primeros talleres, y es una pena porque sabiendo que los ponentes y participantes eran los patés Martiko y la I.G.P. Ternera de Navarra, esta última de la mano del cocinero Juan Carlos Fernández, habitual en las campañas que este sello de calidad. El tercer día fue el turno de un clásico entre los clásicos si de embutidos tradicionales hablamos: la chistorra de Navarra, en este caso venida directamente desde el pueblo con más nombre en este mundillo, Arbizu. Y como no podía ser de otra manera, Arbizu es la marca de este gran producto y Arbizu es el apellido de la familia que la elabora de forma tradicional desde hace 40 años. Nos contaron como era su empresa, como elaboraban su chistorra, nos la dieron a probar en forma de ricos pinchos e incluso algunos pudieron embutir la masa de la chistorra en tripa de cordero gracias a una máquina manual y llevársela puesta para sus casas. Junto con la familia Arbizu estuvo Txus Macías de Bodegas Aroa, bodega que elabora vinos ecológicos de una magnífica calidad en el entorno privilegiado del Valle de Yerri en la comarca navarra de Tierra Estella. Ni que decir tiene que el maridaje entre chistorra de Arbizu y vinos rosados y tintos de Aroa era magnífico.




La segunda semana de degustaciones comenzó con un taller de coctelería con doble presencia de invitados perfectamente compensados. Por un lado, los chicos de Ékolo, una moderna empresa de zumos y productos BIO. Y por el otro lado, las chicas de Destilerías La Navarra, de cuyas bodegas salen numerosos licores y sobre todo, los pacharanes "La Navarra" y "Etxeko". El campeón de Navarra de coctelería se encargó de hacer las mezclas precisas con unos y otros para ofrecernos unos cocktails actuales, sanos y muy ricos.




Al día siguiente fueron los lodosanos Conservas Pedro Luis los que acudieron con sus verduras de la ribera alta del Ebro, para hablarnos del proceso de la conserva de verduras, sus ventajas, precauciones a la hora de realizarla y sobre todo, enseñarnos como se procesa una de las joyas de la huerta navarra: el pimiento del piquillo de Lodosa. A través de unas imágenes vimos como el pimiento que sacamos del bote ha sido mimado en todo momento, pelado a mano uno a uno y colocado con mucha delicadeza en cada bote o lata. Evidentemente, la teoría sin la práctica no tiene ningún sentido, y pudimos disfrutar de los ricos espárragos y piquillos, además de recibir un bote que piquillos como obsequio.





Los dos siguientes talleres estaban relacionados con el sector lácteo, con un taller de cuajada y una degustación de yogures y otros lácteos por parte de Lacturale, una de las marcas navarras de referencia en el sector.

El viernes 20 fue el turno del queso de Roncal, con un didáctico y delicioso taller por parte de todo un especialista en la cocina y la nutrición como es el chef y dietista Juan Carlos Fernández. Además de un magnífica ponencia acerca de los beneficios del queso dentro de una dieta equilibrada, conocimos algo más de este producto, el primer queso en recibir la Denominación de Origen Protegida en España. Juan Carlos elaboró posteriormente siete sencillos pinchos con el queso como protagonista, pero siempre desde un punto de vista más creativo y original: en lascas sobre una ensalada con vinagreta de frambuesa, con huevas de lumpo y mostaza antigua, fundido con tomate feo de Tudela, cebolla confitada y albahaca, con plátano caramelizado o una revisión del típico postre de sidrería, queso con membrillo y nueces, convertido en una especie de milhojas.

 






Cambio de tercio para el día 23, con las infusiones ecológicas de Josenea. Esta empresa tiene en el término de Lumbier una enorme explotación agraria donde cultivan decenas de plantas con las que elaboran toda clase de infusiones, tisanas y preparados. Conocimos un poco más de su proyecto ecológico y integrador, ya que son autosuficientes y han integrado en el proyecto a personas en riesgo de exclusión social. Como es evidente, tuvimos la ocasión de probar sus infusiones y galletas artesanas elaboradas con hierbas aromáticas.


Los vinos de la D.O. Navarra tomaron el relevo el día 24, con la participación del enólogo y miembro del panel de cata de la D.O. Navarra Pedro Bujanda. Catamos cuatro de los vinos elegidos por la D.O. para representar a Navarra en los actos institucionales, todos excelentes: un sauvignon blanc envejecido en barrica de bodega Inurrieta, un tinto crianza de bodega Nekeas, un tinto reserva de bodegas Ochoa y un moscatel de grano menudo de bodegas Piedemonte. Pedro hizo una pequeña introducción acerca de las características de la uva y de la producción del vino para posteriormente catar los cuatro caldos, en una especie de iniciación para los no profanos en la materia y que sirva para incitarles a probar nuevos vinos, investigar y empezar a conocerlos un poco mejor.





Y para finalizar las jornadas, un taller de embutidos nos esperaba el día 25, esta vez de la mano de una empresa mítica y archiconocida en Pamplona y su comarca, Embutidos Larrasoaña. Conocimos el origen de la empresa, sus productos artesanos y como no podía ser de otra manera, los probamos. Eso si, de forma muy diferente a como habitualmente se comen los fiambres: relleno de Navarra con piquillos y salsa de calamar, hamburguesa de "lunch" o mortadela Larrasoaña, brocheta de salchichas con verduras, huevos con patatas y chistorra en forma de pincho y bombones de morcilla con piñones...los mismos embutidos, diferentes manera de disfrutarlos.








Y de esta manera finalizó la campaña "Vive Navarra" de Eroski, con la satisfacción de saber que Navarra está en lo más alto en cuanto a productos con sello de calidad y que sus emprendedores siguen trabajando para lograr la excelencia y el reconocimiento de todos sus clientes.

viernes, 20 de septiembre de 2013

EN LA COCINA CON LA DRAMA MAMÁ...o como una persona que apenas sabe freir un huevo escribe un libro de cocina con su madre



Amaya tuvo la brillante idea de escribir un blog en el que recopiló decenas de frases que su madre le decía a modo de regañina, de advertencia, de amenaza o, simplemente, porque las madres tienen la costumbre de atosigarnos con típicas frases de madre. El blog tuvo éxito, ese éxito se tradujo en interés editorial y un libro con el mismo título del blog salió a la venta, consiguiendo que el sueño de Amaya de tener una casa en la playa se hiciera un poquito más realidad.

Muchas de las típicas frases que la "drama mamá" le lanzaba a Amaya hacían referencia a la comida, debido a la legendaria animadversión de Amaya por las vainas (así es como en el norte, o al menos en Navarra, se le suelen llamar a las judías verdes), su lentitud comiendo muy poco de muy pocas cosas o el miedo a que Amaya se dejara los fuegos encendidos si algún día le daba por cocinar algo.

Esta buena mujer, desconfiando en la dieta que su heredera llevaría fuera de sus faldas viviendo en Madrid, siempre la convence para que se lleve media Navarra en el coche cada vez que sube a Pamplona a visitarla. Porque Amaya es de Pamplona, y parte de su familia son de un pueblo de la comarca navarra de la Sakana donde otra cosa no, pero lo que son las chistorras y los quesos, los hacen de maravilla. Por eso Amaya vuelve a Madrid con quesos de Idiazabal y chistorras ganadores de premios en concursos locales o regionales, pimientos del piquillo, espárragos, carne de membrillo, pastas, turrón, chocolate y mil y un manjares más, aparte de patatas, manzanas y cualquier cosa que a su madre se le ocurre, sin escuchar a Amaya diciéndole que en Madrid venden de todas esas cosas...y como dice su madre: "pero nena, que sabrás tu de lo que es bueno, que a ti te engañarán siempre y te venderán lo que se va a poner pocho".

Como Amaya en su casa de Madrid se alimenta con lo básico para no morir de inanición y pasar más tiempo del adecuado con su madre en la cocina puede ser el desencadenante de una catástrofe de dimensiones siderales, a Planeta se le ocurrió la brillante idea de editar un libro de recetas de cocina realizadas por Amaya y su madre, Concha. Pasado el momento de las risas y la incredulidad, y viendo que Planeta iba en serio y que esto podía ser el golpe definitivo para la casa en la playa, lejos del frío de Pamplona, se pusieron a ello: primero a ponerse de acuerdo con las recetas, luego a cocinarlas y después, en el caso de acabar bien, escribir el libro con el gran sentido del humor que Amaya tiene y que refleja en su blog y en su libro.

Y el libro "EN LA COCINA CON LA DRAMA MAMÁ" vio la luz, dividido en veinte recetas reales, maceradas con mucha mala leche, adobadas con sentido del humor y cocinadas con mucha complicidad entre madre e hija, que aunque parezca mentira, se adoran y no podrían vivir la una sin la otra...El libro es muy mono, de color rosa, pasta blanda y tamaño manejable. Es un completo compendio de recetas tradicionales, en las que no faltan recetas típicas de Navarra, postres de toda la vida, alguna recetita un poco más elaborada y como siempre, una versión particular de la paella (los puristas pondrán el grito en el cielo viendo que es un arroz con chorizo!!).

Pochas a la navarra, gorrín al horno, ajoarriero, pimientos del piquillo rellenos, merluza estilo Orio, bizcocho de yogur y limón, lentejas, compota de manzana o calamares en su tinta son algunas de esas veinte ricas recetas que Amaya y su madre cocinaron durante horas en Madrid o en Pamplona. Hubo momentos en los que a punto estuvieron de tirar la toalla, pero afortunadamente, al final hubo compromiso y todo llegó a buen puerto. Cada receta está adornada con las circunstancia que rodearon su creación y puesta en escena, lo que hace este libro una experiencia realmente divertida.  Aviso para navegantes: no es un libro de recetas de cocina al uso; las cantidades de los ingredientes son las que la madre de Amaya considera adecuadas, y ni tu ni yo somos nadie para poner esto en duda. Además, hacen falta algunos ingredientes "esenciales" que solo Amaya o su madre pueden aportar.

Es un libro muy divertido, escrito, como he dicho antes, con mucha mala leche, tanta como cariño mutuo se tienen Amaya y su "drama mamá". No dudéis en buscarlo si queréis divertiros un buen rato con sus peripecias...quizá hasta aprendáis a cocinar!!


PD: Millones de gracias a Amaya por regalarme el libro y a su madre por ser su madre y haber hecho posible este libro y el anterior. Es todo un lujo que formen parte de mi biblioteca!!